En la reciente intervención urbanística
realizada en el Mas Guinardó acabada e inaugurada el mes de marzo de 2011, se
recuperó también el refugio antiaéreo número 312-3 " Flors de Maig, Rambla
Volart, Villard”, un refugio subvencionado y terminado durante la guerra, según
consta en un listado de la Junta de Defensa Pasiva de Barcelona de la época.
En otra lista de refugios a
recuperar, del ayuntamiento franquista, de inicio de la década de los años
cuarenta, el refugio sale referenciado como el de "Flor de Mayo – Antigua
del Guinardó” con la siguiente descripción: Estado
actual: Dos bocas revestidas. Longitud de mina 148 metros, revestida en 115
metros, por 1,50 metros de ancho i 1,95 metros de altura. Profundidad entre 4 y
10 metros. Capacidad 225 metros cuadrados.
Finalmente en otro documento
de la Dirección General de Protección Civil –Jefatura Local de Barcelona, del 6
de diciembre de 1967, sale referenciado con el número 1202 "Calle Flors de
Maig, Felio” y con una capacidad para 236 personas.
Pero al parecer según el
anexo 1 del informe de la intervención arqueológica realizado por el estudio de
Oriol Achón Casas de Arqueociència SC SL, todavía hay otra documentación del
año 1969 cuando este refugio fue visitado y tipografiado por los servicios
técnicos de Protección Civil y que debe ser el del plano que presentamos a
color en este trabajo y que hemos extraído del mencionado anexo.
Siguiendo con este el último
estudio, nos quedamos con dos informaciones que nos servirán para saber algo más
de este refugio.
Plano de 1969
La primera: Con anterioridad a la presente intervención debió
existir otro momento en el cual el refugio fue accesible. En el momento en que al
construirse un edificio vecino se encontraron con parte de este refugio. Según
la topografía de 1969 una parte del refugio estaba con tierras removidas pero pudieron
documentar dos accesos que hoy parecen perdidos.
Plano de 1937
Con todos estos documentos lo
que nos permite es saber cómo era el refugio que se construyo durante la
guerra. Gracias a un plano levantado por el servicio topográfico del
Ayuntamiento de Barcelona en el mes de agosto de 1937 –y que acompañamos a este
trabajo– a pesar de no estar completo, ya que cuando lo hicieron aun quedaba por
construir el tramo de las escaleras que unían la entrada superior con el tramo
inferior, nos permite ver la distribución del refugio en aquellos momentos.
Cosa que invalida la parte
inferior del plano del año 1969, que cuando se levantó y seguramente por las
obras del edificio que se cita en el anexo 1 del último estudio, se reflejó en
una forma muy poco ortodoxa.
El refugio 312-3 conocido ahora
como el del Mas Guinardó, tenía tres entradas, la superior cerca de la plaza
Salvador Riera y en el limite de la finca del Mas Guinardó y las dos inferiores
una al lado de la otra en la calle de Flors de Maig. Dos galerías casi paralelas
que convergían en la galería principal en la parte baja del refugio.
En cuanto a los servicios del
refugio, este disponía como mínimo de una enfermería, una cisterna de agua, de
un pozo de ventilación, construido al final de la galería principal y que tenía
su salida en la calle antic del Guinardó, y electricidad de 125 voltios como
luz principal y de 12 voltios para la luz de emergencia, producida por un
conjunto de baterías.
La segunda información que antes
hemos mencionábamos dice: La ausencia de
algunos puntos eléctricos y de su cableado también puede ser el resultado de
algunas expoliaciones realizadas al final de la Guerra Civil o bien en los diferentes
momentos en que fue accesible.
Como ya citábamos en el
libro "Gràcia Temps de Bombas. Temps de Refugis” la guerra en Barcelona
termino el 26 de enero de 1939, pero los refugios abiertos en la vía pública no
se cerraron hasta el mes de mayo de aquel año, cosa que facilito que gente
desaprensiva entrara en diferentes refugios estropeándolos, arrancando los
cables eléctricos y los dejaron llenos de basura, como latas o pequeñas
hogueras.
Con la última intervención hecha
por el Ayuntamiento de Barcelona se ha podido recuperar este refugio antiaéreo que
dio un poco de esperanza a los vecinos de esta parte del Guinardó. Un refugio
que El Pou Grup d’Estudis de la Vall d’Horta i la Muntanya Pelada, quiere
mostrar periódicamente el resto de la ciudad.
Fotos y texto Josep Maria Contel
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